Alejandra Zavala es una de las primeras tiradoras de alto nivel que he conocido y desde el primer encuentro ha sido accesible, super interesante y divertida. És una fuerza positiva. Hay mucho que aprender de esta tiradora olímpica mexicana 🙂
Durante el aislamiento por el coronavirus mantiene sus entrenamientos de alto nivel en casa con tiro en seco, mucha preparación física (equilibrio y fuerza específica para el tiro), meditación… con la ayuda de su preparadora y amiga Ericka Lozano, fisioterapeuta del Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y Alto Rendimiento de México.
Lo que sigue no es una transcripción exacta. Para disfrutar (cómo lo he hecho yo) hasta la última gota del conocimiento y la alegría de Alejandra hay que ver el vídeo de nuestra conversación 🙂
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PD: Los subtítulos están abiertos a edición en español y en otros idiomas. Si puedes ayudar a mejorarlos o traducirlos, muchos más tiradores y tiradoras podrán aprovechar esta entrevista 🙂
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¿Cuándo y cómo empezaste en el tiro?
Empecé muy niña, toda mi vida he estado en el mundo del tiro porque mi papá y mi abuelo eran tiradores. Mis primeras competiciones fueron a los once o doce años. La primera vez que tiré con una pistola tenía unos cinco años. Fue en un campo de tiro con un 22 y mi padre tuvo que poner varias cositas para que yo pudiera sostener la pistola en el campo de tiro, además de abrazarme y ayudarme a sostenerla, ¡pero fuí yo la que jaló el gatillo! Lo recuerdo perfectamente y fue increíble. Obviamente quise disparar más. Es un deporte que me viene por herencia.
Al principio yo quería tirar rifle y mi padre me dijo que quería que intentase la pistola… y yo llorando. Me encantaba ver cómo sacaban el traje, las botas… todo. Gracias a dios soy pistolera y que mi papá me hizo probar la pistola, porque ¡son demasiadas cosas! Me dió la pistola de aire en casa con un blanco en el jardín y todos mis disparos estaban en el negro. ¡Quién quiere tirar rifle, dáme una pistola!
¿Qué te hizo querer entrenar y competir más seriamente? ¿Cómo fue tu progresión?
Comencé a competir en mi club de aquí en Guadalajara, el Club Cinegético Jalisciense que es uno de los más grandes de Latino-América, y comencé a competir por los amigos. en cuanto me dijeron que viajaban sin papás a las competencias dije ¡voy!
Fue una de las mejores decisiones de mi vida, fue padrísimo. Recuerdo la puntuación de mi primera competición de 40 disparos: 333 puntos en un regional. Ahora no me parece nada pero entonces me pareció buenísimo y gané en mi categoría infantil. Me encantó.
Después de unos años disparando… me gustaba y todo, pero no era algo que me convenciera, era parte de mi hobby, de mi diversión. Pero mi papá me dijo “tienes que competir más” y me llevó a competir a Guatemala en infanto-juvenil (en 2000 o 2001). Hice 565 puntos, creo que era el récord nacional, me sentía guao y pasé a la final. Nunca había tirado una final. Y gané la final.
Aunque comparada al nivel que ahora tengo no era una competencia de alto nivel, fue increible. Nunca había participado en una final, me toca salir. Los blancos de papel iban y venían mientras mis compañeros atrás hacían un ruido impresionante, gritando “vamos, vamos Ale”. Y yo le daba al 10, al 9, 10, 9… super bien. Terminamos empatadas una chica de Guatemala y yo. Mi primera final y me toca un shoot off. Me volví hacia mis compañeros preguntando que seguía, para mí ya había terminado la final (antes eran de 10 disparos), y ellos “¡quédate más!”. Levanto la pistola, disparo y en eso van viniendo los blancos y tenía un punto más que la otra chica. Y yo traumada enterándome de que había ganado con mis amigos gritando. Fue increíble. Fue una sensación inolvidable y que me hizo querer más, esa sensación de lograr algo a pesar del miedo y la incertidumbre. Me dije, que ganando esto también podría ganar una medalla olympica XD
Dio la casualidad de que mi papá me dijo antes de subir al avión que al regreso me iba a explicar cómo hacer tirar cuando estás frente a la pared… y me tocó tirar contra la pared en Guatemala. Y yo “hay, mi papá no me explicó, ¿ahora qué voy a hacer?..”. Al volver me dijo qué es bueno porque no tienes a nadie enfrente, es muy comodo… Me lo podía haber explicado antes, yo pasé toda la competencia estresada porque tenía la pared enfrente mía 🙂
La verdad es que mi progresión fue rápida. Creo que tengo talento con la pistola.
¿De qué te sientes más orgulloso/a en tu tiro?
Creo que es algo importante que nos cuesta como seres humanos sentirnos orgullosos de nuestros propios logros o de lo que nosotros hemos hecho en la vida, no solo en el deporte. Me siento orgullosa, con altibajos y momentos muy difíciles en mi carrera deportiva, sin embargo he salido adelante con el apoyo de las personas a mi alrededor que han sido base fundamental de mi desarrollo como deportista, cómo lo es mi familia.
¿Qué consejo ha tenido el mayor impacto positivo en tu tiro y quién te lo dio?
Mi papá ha sido siempre la base fundamental, fue quien me enseño, mi primer entrenador. Recuerdo que me dejó escrita la palabra PRECISION, con una palabra por cada letra: puntería, respiración, estabilidad… Me decía que lo único que tenía que hacer para hacer un buen tiro era enfocarme en las cosas técnicas. Que yo podía tener miedo, dolor, incertidumbre… pero que si yo entrenaba jamás iba a olvidar esos elementos técnicos que necesitaba para hacer un buen disparo y que pensar en ellos me ayudaría a hacer un buen disparo independientemente de lo que yo sintiera en ese momento. Estando en finales, con mi récord de América, en mi cuarto puesto en las olimpiadas… siempre me acordaba de ésto, me ha ayudado siempre.
¿Cómo entrenas y cuanto? ¿Cómo es un día típico de entrenamiento? ¿Entrenas por tu cuenta o con un entrenador?
En época normal, fuera del aislamiento, voy al campo de tiro seis días por semana. Me encanta estar allí. Cuatro días a la semana trabajo con Ericka y hacemos todo el trabajo con ligas, de propriocepción…
Mi rutina antes de empezar a dar el primer disparo dura 45′ a una hora. Hago calentamiento, juego con unas pelotitas en la pared para ayudarme con la concentración y la reacción de mis pensamientos, hago trabajo y tiro en seco con el balancín, caliento mi hombro y brazo con la liga… Nos hemos dado cuenta de que para poder empezar fina necesito muchos disparos, así lo hago más rápido con buena estabilidad de mi hombro y mi cuerpo. Después unos disparos en seco en la pared, en el blanco y la rutina de entrenamiento. Depende de la etapa en la que esté.
Normalmente hago el trabajo físico por la mañana porque hasta las 10 no puedo empezar a tirar. A veces hago yoga, ejercicio físico… Me levanto temprano. Tras terminar mi primer entrenamiento como en el campo de tiro y después empiezo el entrenamiento de por la tarde.
Si tiro fuego lo hago en la mañana para tener más luz y cuando termino si está Ericka me da terapia y hacemos ejercicios posturales, de respiración, de refuerzo…
Ericka es mi fisioterapeuta y preparadora física, y también me ayuda mucho en la técnica porque ya llevamos siete años juntos. El trabajo hace al maestro.
También estuve un tiempo con Munkhbayar Dorjsuren en algunos campamentos en Alemania y me enseñó mucho.
Ahora con el confinamiento tenemos que seguir motivados para entrenar. Es algo que le oí a Jelena Arunovic: armense de valor para entrenar en casa, porque que prefieren ¿volver al campo de tiro y empezar de zero o continuar?
¿Cómo manejas los nervios durante una competición? ¿Puedes darnos algún ejemplo de técnicas que uses cuando las cosas no van bien?
Yo creo que no tengo nervios en competición. Los nervios son algo negativo, que te da miedo y te puede paralizar. Yo me metí en la cabeza hace mucho tiempo que lo que tengo es emoción, alto positivo. Estoy emocionada y feliz de estar ahí. Obviamente mi corazón y mi piel van a vibrar porque estoy haciendo algo que me encanta. La emoción me da el poder para hacer las cosas.
Yo medito mucho, llevo muchos años de práctica. Es algo que aprendí de mis amigos de la India. Cuando estoy en una competencia y siento que me llega un poco el nervio, cierro los ojos y me digo: estás emocionada; siéntelo, vívelo; es parte de este deporte; deja que fluya simplemente. Algo que el psicólogo me enseñó es llevar mi mente a un punto de tranquilidad. Por ejemplo, llevar a mi mente con una voz tranquila diciéndome: un bello día en un bello mes. Y en un segundo me lleva a un bello recuerdo. Cuando llega la final no se puede, pero cómo mi primera final fue tan buena experiencia me ayuda mucho.
Confiar. Algo que me enseñó mucho Munkhbayar es confiar. Todo vibra, no puedes detener el movimiento de tu pistola, confía en el gatillo, déjalo que vaya solo y confía en lo que va a venir. He hecho ejercicios con ella con los ojos cerrados ¡y le di al centro!
¿Qué aspecto de la técnica de tiro te ha ayudado más? ¿Cómo recomendarías entrenarlo?
La que más controlo es que tengo muy buena estabilidad y eso me ayuda. Y la que más tengo que trabajar y que mas me cuesta es la confianza en el gatillo. Eso y el seguimiento…
¿Qué recomiendas que trabajen otros tiradores para mejorar? ¿Puedes compartir un ejercicio para esto? ¿Cómo crées que deben entrenarlo?
Creo que lo que tenemos que trabajar como tiradores desde un principio y que no lo hacemos son la confianza y la paciencia, todo es paso a paso. Si controlas tu cabeza vas poder con todo lo que te venga.
Puede haber técnicas para trabajarlas. Yo tengo la suerte de ser muy paciencia, aunque la pierda en algunos momentos. Es algo de voluntad. Hay atletas con los que he trabajado como entrenadora con los que ha sido muy fácil lograr la confianza. No se trata solo de puntos, sino de muchas cosas: grupo cerrado, ningún 8, nada por debajo de 9.7… El progreso no está sólo del 8 al 9. No pienso en el 10 (qué asusta), hay que darle al centro de la diana.
¿Cómo es tu rutina de disparo?
Tengo muy medido mi tiempo, siempre es el mismo y me viene solo por el tema de mi respiración y concentración.
Lo primero que hago al bajar es cargar, para no distraerme haciendo lo demás. Primero checo mi posición, mis pies, que tengo la fuerza en el cuerpo que necesito para mi estabilidad; pongo mi brazo en 45º (en pistola de aire nunca miro mis miras, en deportiva sí); levanto con la respiración y llego encima del blanco con la vista en él esperando que lleguen las miras; cuando llego al negro empiezo a llevar mi gatillo con mucha confianza; tomo una pequeña respiración y me quedo con muy poco aire dentro pero relajado; espero el momento de disparo y debo hacer el seguimiento, pero la realidad es que no lo hago; y hago una expiración y bajo.
Trato en todos mis entrenamientos de no mirar el blanco. Es algo que me ha costado mucho. No me quedo en el blanco, sólo corroboro lo que he sentido.
¿Sin que equipo o herramienta no puedes vivir?
Mi pistola. Puedo olvidar mis zapatos (en muchas épocas de mi vida he tirado sin zapatos de tiro), tiro con zapatos normales y no pasa nada. Puedo olvidarme el cinto y me pongo otra cosa, se lo he quitado hasta a mi entrenador. Incluso he tirado sin mi pistola porque una vez no llegó y no lo hice mal. Pero mi pistola es mi bebé.
¿Qué pregunta te hubiera gustado que te hiciera y cuál es tu respuesta?
No, ya me has hecho muchas preguntas que ningún otro reportero me ha hecho. Estamos hablando de lo que nos gusta. Es padre que te preguntan de cómo lo haces, cómo controlas.
¿A quién recomiendas que entreviste?
Veo que tienes a Zorana Arunovic… Anna Korakaki sería una excelente entrevista. Es una chica increíblemente bella y sencilla. Ser quién es a su edad no es sencillo y ella se mantiene en el piso bien, lo admiro mucho.
Sí entrevistas también a rifleros yo creo que puedes preguntar lo mismo. Deepak Kumar de la India es un excelente tirador y de él he aprendido mucho, siempre está muy zen.
Y si te da por entrevistar a entrenadores a Jelena Arunovic, Munkhbayar Dorjsuren y Jasna Šekarić.